¿Cómo se verá el rostro del niño cuando dispare su primer llanto?
¿Tendrá los ojos del padre o heredará la dulzura de su madre?
Como una gran bendición del cielo cubrirá ese hogar de amor.
Tendrá miles de sueños y crecerá en el más hermoso de los mundos.
Sus padres pasarán horas pensando su nombre que le será justo.
Centímetro a centímetro, irá creciendo como sus dientes y uñas.
Su alma se armará de valor y comenzará a dar sus primeros pasos.
Se caerá y se volverá a levantar una vez tras otra.
Pero entre risas y llantos, comenzará a andar su largo camino.
Comenzará a probar el sabor de la vida, miedos y alegrías.
Tendrá que tomar decisiones difíciles y se equivocará.
Sufrirá decepciones y llorará como aquel día al nacer.
Conocerá el triunfo y descubrirá la magia de la amistad.
Aprenderá los verdaderos valores que ofrece la vida.
Y a paso pausado comenzará a acercarse hacia la felicidad.
Probará el amor por primera vez y será como soñar despierto.
Logrará que sus padres se sientan orgullosos de él.
Aprenderá muchas cosas de ellos y también les enseñará otras.
Y aunque ellos luchen porque no ocurra, no lo evitarán.
Una tibia mañana se despedirá de aquellos que lo cuidaron.
Y comenzará a escribir su propia historia, su propia familia.
Pero en lo más profundo de su corazón quedará grabado.
Aquel recuerdo eterno de sus padres y la foto de su gran amor.
(Fecha: 17 de Febrero de 1998)
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