lunes, 22 de junio de 2009

Ellas

Enredado entre apuntes de facultad, horarios de cursada, tizas y anteojos, cuadernos y lápices.
Refugiado en el hielo del whisky, en el humo del cigarrillo y en la espuma del fernet, en las canciones de Melendi y en las poesías de Sabina.
Casi descartada la posibilidad de olvidarlas. Si visitan mi memoria cada vez que las olvido. En cada esquina, en cada bar, en cada palabra y en cada gesto. Ellas me miran fijo como si aun estarían enfrente mío.
Yo, que pensaba que la falta de memoria era problema exclusivo de mi torpe cabeza, cuando olvido las llaves y las fechas de cumpleaños, pero nunca me he olvidado de los sentimientos. A ellas en cambio, les fue mucho más fácil aquello. Quizás por haber tanta gente en el mundo, que les resulta difícil retener las palabras que han dicho, los sentimientos que en algún momento dijeron sentir.
Desde aquel bendito Febrero de 1997, hay palabras, iris y olores que nunca abandonaron mi sentir.
Tantos nombres que se grabaron en mi memoria, tantos adióses, tantas ausencias. Hasta parece que fueron en vano tantas lágrimas, reproches e intentos inertes.
Tantos sueños esperando ser realidad, tanto amor esperando encontrar un nido donde desarrollar sus intenciones.
Hoy, pareciera ser rutina volver al mismo punto de partida, pero con más años, con más heridas, con menos fuerzas, con las mismas esperanzas y quien sabe si con más o menos errores.
Tantas páginas escritas en su honor o por su culpa, con nostalgia o con todo mi odio, con sentencia o con indulto.
Se evidencia en mi rostro el paso de los años, mis pupilas desgastadas, mis ojeras crónicas, la estrechez en mi camino.
Mi cuerpo que casi pide permiso para seguir adelante. Mi cabello que me abandona y mi corazón que no se inmuniza ante el dolor que ellas le han provocado.
Quizás esto que escribo no tiene otra intención que admitir implícitamente que dejo la puerta abierta por si alguna vez, quien sabe, alguna de ellas...
decide regresar.

(Fecha: 13 de Marzo de 2006)

1 comentario:

  1. Sabes que creo Q? que ellas tampoco te olvidaron... aunque no regresen nunca...
    El corazon tiene una memoria propia...
    A mi a veces me pasa de recordar con amor historias que me marcaron mucho... (y es que el paso del tiempo y la llegada de nuevas historias fueron cicatrizando los dolores) Jamás regresaría a buscar aquello que ya no está... porque considero que así tuvo que ser;pero me pregunto si alguno de ellos pensará de vez en cuando en mí y cómo me recordará...
    Te leo y me imagino que puedo envolverme en tus letras... y quizás con esa fantasía se sacia mi curiosidad acerca de que: el corazón tiene su propia memoria.

    Un abrazo enorme!

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